Hablemos de… La cerámica (Parte I)


Cuenco de Colima (fase Amparo, 300 a.C. a 300 d.C.)



Leticia Cervón A.

La historia del mundo se puede reconstruir a través de los restos arqueológicos. El hombre desde hace miles de años dejó de agacharse a beber agua directamente del río o laguna, porque comenzó a ayudarse con las manos juntándolas en forma de "cuenco"... Así, su imaginación lo lleva a crear con arcilla (barro) objetos que le son útiles para almacenar, guardar y comer alimentos.
En esa actividad creativa, cuyo producto conocemos comúnmente como cerámica, intervienen los cuatro elementos de la naturaleza: TIERRA, AGUA, AIRE y FUEGO.
Con la TIERRA impregnada de AGUA formamos el objeto deseado. El AIRE lo seca y le da su estabilidad definitiva.
El FUEGO -que siempre tiene la última palabra- le otorga la consistencia y dureza debidas, transformándolo en una auténtica pieza duradera.
Pero la actividad creativa del hombre no se detiene: al paso de los años, surge en él la NECESIDAD DE EXPRESARSE; sucede entonces que la CERÁMICA rebasa su función meramente "utilitaria" y trasciende los horizontes conocidos, convirtiéndose en un ARTE actual, de vanguardia, que podemos realizar y apreciar en infinidad de formas. LA TÉCNICA ES MUY COMPLEJA; LA LIBERTAD, PRODIGIOSA.
Escultura cerámica de Cuba

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